jueves, 10 de octubre de 2013

¿IR-REAL?


   ¿Qué certeza hay sobre cuándo estamos viviendo? Es decir, nada demuestra que en este momento estamos siendo, viviendo. Podría ser un sueño nuestro. Un sueño de otra persona. Un juego de otro. Cortázar lo planteó, y más de acuerdo no puedo estar. Pero las dudas siguen estando...
   Es muy fácil decir "estoy viviendo porque lo siento." Pero si realmente nunca vivimos, y pensamos que así se siente "sentir" ¿no deja de ser válida esa excusa? No hay pruebas. No hay pruebas de que esto a lo cual llamamos vida lo sea. No hay pruebas, no podemos compartir pensamientos con el otro con total seguridad que son honestos, ya que todos podemos llegar a ser simples personajes secundarios. No entremos en una etapa de paranoia total, pero a todos alguna vez nos surgió la duda de si quienes nos rodean son seres como nosotros, o son todos iguales y con una existencia completamente objetiva (como robots).
   Antes de empezar a tener miedo, pensemos: ¿por qué miedo? Las dudas, los incógnitos, son los que le agregan a lo que llamamos "vivir" más emoción. Son las que nos movilizan y nos dan escalofríos al pensar en ellas. ¿Y qué mejor a que toda la "vida" sea una gran duda? Vivimos constantemente en esta duda, que nos acoge haciéndonos creer que es la vida. Y tal vez lo es, y no estamos siendo engañados, pero nada, nada lo prueba. Y tal vez sea mejor así, manteniendo la duda. No hay por qué saber todo. En realidad, no hay por qué saber nada.
   Y cuando te pregunten "¿Esto es la vida?" contestá con algo corto. "No sé." "Ni idea." Pero que en tu mente se abran millones de puertas y millones de dudas inunden cada espacio. Duda, busca las respuestas que no vas a conseguir por suerte. Viví la vida aunque sea un simple sueño. Viví (intentando creerlo) lo que es el presente, ya que si no es la vida tal vez esta no sean tan buena. Al fin y al cabo, lo irreal tiene una cierta cuota de realidad. Irreal es ir real.